Viernes de la XXXIV Semana del T.O.
El Señor mantiene alerta a sus
discípulos. Es necesario mantener la tensión, avivar la llama de la esperanza y
que el corazón se mantenga firme. Y la firmeza de la fe se sustenta en la
fidelidad al Señor, a la escucha de la Palabra, la Celebración de los
Sacramentos y el servicio a la comunidad y a la sociedad entera. Solo así
haremos posible la entrada del reino de Dios en esta realidad que vivimos.
Lc 21,29-33
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos una parábola:
«Fijaos en la higuera y en todos
los demás árboles: cuando veis que ya echan brotes, conocéis por vosotros
mismos que ya está llegando el verano.
Igualmente vosotros, cuando veáis
que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
En verdad os digo que no pasará
esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis
palabras no pasarán».
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