San Lorenzo
XIX Domingo del T.O.
Jesús anima a los suyos a vivir
con ánimo y encarar el futuro con optimismo. La razón de este optimismo es
que no es otra que la confianza absoluta
en que Dios se preocupa de nosotros. Este estilo de vida implica la vigilancia constante,
que se traduce en saber utilizar los bienes materiales como inversión segura,
lo que para Jesús quiere decir ponerlos al servicio de los demás. Y en estos
gestos se tiene que notar que somos cristianos, que algo nos distingue de os
demás porque trabajamos por y para la construcción del Reino de Dios.
Lc 12,35-40
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
«Tened ceñida vuestra cintura y
encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su
señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Bienaventurados aquellos criados
a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se
ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo.
Y, si llega a la segunda vigilia
o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos.
Comprended que si supiera el
dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un
boquete en casa.
Lo mismo vosotros, estad
preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
No hay comentarios:
Publicar un comentario