lunes, 30 de noviembre de 2020

Pescadores de hombres...

San Andrés, Apóstol Lunes de la I Semana de Adviento

 

Pescadores de hombres… un reto inmenso. Así es el Señor. Su propuesta es irrenunciable y apasionantemente tentadora. Un reto esperanzador… a la vez que complejo. La misión del seguidor es la del Señor, conducir a los hombres hacia Dios convencidos de que es lo mejor...


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Mateo 4, 18-22

En aquel tiempo, pasando Jesús junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores.

Les dijo:

«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó.

Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.


domingo, 29 de noviembre de 2020

Estad atentos...

 I Domingo de Adviento

Ya está próxima la venida del Hijo de Dios. Y empezamos a prepararnos para recibirlo. Pero quizá, si la espera se prolonga, tengamos la tentación de abandonar, de descuidar la esperanza. Nada hay peor que olvida la esperanza que nos anima y empuja. Por eso el Señor nos pide que estemos vigilantes, atentos a lo que ocurre, atentos a nuestras vidas y atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor.


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Marcos 13, 33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.

Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.

Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.

Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»

sábado, 28 de noviembre de 2020

Que no emboten vuestros corazones...

 Sábado de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario

¿No siguen nuestros corazones embebidos de cosas superfluas? ¿Distraídos en esta sociedad con demasiadas luces artificiales y corazones vacíos?


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Lucas 21, 34-36

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.

Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

viernes, 27 de noviembre de 2020

Sabed que ya está cerca...

 Viernes de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario

La inminencia de la llegada del Reino exige una conversión también inminente. Y dicha conversión exige seguir con los criterios del evangelio. El amor y el servicio son irrenunciables.


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Lucas 21, 29-33

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos una parábola:

«Fijaos en la higuera y en todos los demás árboles: cuando veis que ya echan brotes, conocéis por vosotros mismos que ya está llegando el verano.

Igualmente vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.

En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán».

jueves, 26 de noviembre de 2020

Habrá una gran calamidad...

 Jueves de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario

Los primeros cristianos estaban convencidos de la inminencia de la segunda venida del Mesías. El Hijo del Hombre debe volver para inaugurar definitivamente el Reinado de Dios. Pero no debemos olvidar el evangelio del domingo pasado. El cumplimiento de todo lo escrito tiene como criterio el amor. Un amor que es compromiso entregado por los demás.


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Lucas 21, 20-28

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que entonces está cerca su destrucción.
Entonces los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en medio de Jerusalén, que se alejen; los que estén en los campos, que no entren en ella; porque estos son “días de venganza” para que se cumpla todo lo que está escrito.

¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días!

Porque habrá una gran calamidad en esta tierra y un castigo para este pueblo.
“Caerán a filo de espada”, los llevarán cautivos “a todas las naciones”, y “Jerusalén será pisoteada por los gentiles”, hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles.
Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación».

 

 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Os echarán mano...

Miércoles de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario

 

Permanecer fieles no es una tarea fácil. Supone, en muchas ocasiones, nadar contracorriente, enfrentarse a los miedos propios y ajenos… Pero también es un don.

 


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Lucas 21, 12-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.

Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.

Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

martes, 24 de noviembre de 2020

¿Cuál será la señal...?

 San Andrés Dung-Lac y compañeros mártires

Martes de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario

 

Demasiados mesías se nos presentan en este tiempo de incertidumbre. En forma de político, en forma de consumo, en forma de… Pero, ¿de verdad nos llenan estos medías?


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Lucas 21, 5-11

En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra caliza y exvotos, Jesús les dijo:

«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».

Ellos le preguntaron:

«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».

Él dijo:

«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "Está llegando el tiempo"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».

Entonces les decía:

«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo».

lunes, 23 de noviembre de 2020

Ha echado todo lo que tenía...

Lunes de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario

 

La gran diferencia en el compromiso por el Evangelio reside en el nivel de implicación. Puedo dar de mí lo que me sobra o puedo darme. Cada uno decidirá lo que da de sí mismo.

 


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Lucas 21, 1-4

En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el tesoro del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedillas, y dijo:

«En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado más que todos, porque todos esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».

domingo, 22 de noviembre de 2020

la puerta abierta...

 Jesucristo, Rey del Universo XXXIV Domingo del Tiempo Ordinario

El reinado de Cristo no es un reino como los que conocemos. El reinado de Cristo se establece sobre el principal de los criterios de los hombres, el amor. Es un Reino que se asienta sobre la fraternidad, sobre la dedicación y el servicio a los demás. No es un reino de intereses, sino desinteresado. No es un reino de impuestos, sino de gratuidad. No es un reino con fronteras, sino abierto a todos. Tú decides si quieres participar de este Reino, Dios ya te ha abierto las puertas.


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Mateo 25, 31-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.

Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.

Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.

Entonces dirá el rey a los de su derecha:

“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.

Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.

Entonces los justos le contestarán:

“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.

Y el rey les dirá:

“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos, más pequeños conmigo lo hicisteis”.

Entonces dirá a los de su izquierda:

“Apartaos de mi, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.

Entonces también estos contestarán:

“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”.

Él les replicará:

“En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.

Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».

viernes, 20 de noviembre de 2020

Buscaban acabar con él...

 Viernes de la XXXIII Semana del Tiempo Ordinario

Una de las razones por las que Jesús es condenado a morir es su discurso y su acción sobre el significado del templo. Lo que para el judaísmo se había convertido en un símbolo de unidad religiosa, política, económica y social, para Jesús transciende todos los límites y es la casa de oración, el espacio en el que Dios se acerca al hombre y en el que el hombre interioriza y escucha la voluntad de Dios. Jesús cumple su cometido de profeta y denuncia el abuso, especialmente de las autoridades del judaísmo. ¡Cuántos profetas seguimos necesitando!


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Lucas 19, 45-48

En aquel tiempo, Jesús entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles:

«Escrito está: "Mi casa será casa de oración"; pero vosotros la habéis hecho una "cueva de bandidos"».

Todos los días enseñaba en el templo.

Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo buscaban acabar con él, pero no sabían qué hacer, porque todo el pueblo estaba pendiente de él escuchándolo.

jueves, 19 de noviembre de 2020

Vendrán días sobre ti...

 Jueves de la XXXIII Semana del Tiempo Ordinario

El lamento de Jesús sobre la ciudad de Jerusalén no se extiende a un conjunto de edificios y murallas. No, Jesús se queja por el la ceguera de sus habitantes. Por aquellos que habiendo estado anunciando los tiempos del Mesías se niegan a reconocer a Dios estando en medio de ellos… ¿Lo reconocemos nosotros?


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Lucas 19, 41-44

En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía:

«¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos.

Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el tiempo de tu visita».

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Pensaban que el Reino iba a manifestarse enseguida...

 Miércoles de la XXXIII Semana del Tiempo Ordinario

No poner al servicio de los demás los dones que hemos recibido es el signo de este individualismo reinante en nuestra sociedad que ha acabado olvidando lo que significa ser y vivir en comunidad. No aprovechar los dones recibidos es desidia. El Reino se construye desde otros valores… desde la generosidad, pero sobre todo, se construye en comunidad

 


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Lucas 19, 11-28

En aquel tiempo, Jesús dijo una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y pensaban que el reino de Dios iba a manifestase enseguida.

Dijo, pues:

«Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después.

Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles:

“Negociad mientras vuelvo”.

Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una embajada diciendo:

“No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros”.

Cuando regresó de conseguir el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quien había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno.

El primero se presentó y dijo:

“Señor, tu mina ha producido diez”.

Él le dijo:

“Muy bien, siervo bueno; ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades”.

El segundo llegó y dijo:

“Tu mina, señor, ha rendido cinco”.

A ese le dijo también:

“Pues toma tú el mando de cinco ciudades”.

El otro llegó y dijo:

“Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque tenía miedo, pues eres un hombre exigente, que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado”.

Él le dijo:

“Por tu boca te juzgo, siervo malo. ¿Conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses”.

Entonces dijo a los presentes:

“Quitadle a este la mina y dádsela al que tiene diez minas”.

Le dijeron:

“Señor, si ya tiene diez minas”.

“Os digo: al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y en cuanto a esos enemigos míos, que no me querían que llegase a reinar sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia”».

Dicho esto, caminaba delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.

martes, 17 de noviembre de 2020

Trataba de ver quién era Jesús...

Santa Isabel de Hungría Martes de la XXXIII Semana del Tiempo Ordinario

El jefe de los publicanos y rico, resulta que no lo tenía todo. Algo le faltaba y estaba buscando. Y se ayudó de un árbol para poder acercarse al Señor. Cristo lo miró, lo llamó y llenó el vacío existencial que había en su vida. Se poco sirvió la riqueza o el poder… El encuentro con Cristo lo transformó. Y nosotros, ¿andamos buscando? ¿Estamos saciados?


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Lucas 19, 1-10

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.

En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.

Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo:

«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».

Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.

Al ver esto, todos murmuraban, diciendo:

«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».

Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:

«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».

Jesús le dijo:

«Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido». 

lunes, 16 de noviembre de 2020

Pasa Jesús el Nazareno...

Lunes de la XXXIII Semana del Tiempo Ordinario

El ciego del Evangelio pide a Jesucristo con fe… El Señor no se hace esperar, atiende la llamada de atención de quien lo necesita y atiende a sus demandas… En la raíz de todo, la fe. Fe que se traduce en esperanza agradecida y testimonio.


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Lucas 18, 35-43

Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le informaron:

«Pasa Jesús el Nazareno».

Entonces empezó a gritar:

«¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!».

Los que iban delante lo regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte:

«¡Hijo de David, ten compasión de mi!».

Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.

Cuando estuvo cerca, le preguntó:

«¿Qué quieres que haga por ti?».

Él dijo:

«Señor, que recobre la vista».

Jesús le dijo:

«Recobra la vista, tu fe te ha salvado».

Y enseguida recobró la vista y lo seguía, glorificando a Dios.

Y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios. 

domingo, 15 de noviembre de 2020

Necrológica: Montamarta

En medio de esta excepcional situación que estamos viviendo, es nuestro deber, como Hijos de Dios y miembros de la Iglesia, dirigir a Dios nuestra oración por nuestros difuntos. Ha fallecido Don Cristian Domínguez Delgado. Ante la imposibilidad de celebrar el funeral y orar juntos, como solemos hacer, os dejamos aquí una oración por el eterno descanso de nuestra hermano.

Haz clic AQUÍ para rezar por nuestro hermano



Bien, siervo bueno y fiel...

 XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario

Hemos recibido unos dones que no sirven a nada si no se ponen al servicio de la Comunidad. Lejos del ideario que hoy nuestra sociedad nos propone, con un individualismo atroz, el Señor nos ofrece una alternativa que nos hace felices, pero que además construye un mundo en camino al Reino de Dios. Lo que el Señor te ha dado gratis, ponlo al servicio de los demás, del Reino.


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Mateo 25, 14-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.

El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.

En cambio, el que recibió uno fue hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.

Al cabo de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos y se puso a ajustar las cuentas con ellos.

Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:

"Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco".

Su señor le dijo:

"Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor".

Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:

"Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos".

Su señor le dijo:

"¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor".

Se acercó también el que había recibido un talento y dijo:

"Señor, sabia que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo".

El señor le respondió:

"Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Conque sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes"».

sábado, 14 de noviembre de 2020

Aviso importante... Los entierros directamente en el cementerio...

Con la entrada en vigor del Acuerdo 76/2020 de 3 de noviembre, de la Junta de Castilla y León, por el que se establecen niveles de Alerta Sanitaria y se aprueba el Plan de Medidas de Prevención y Control para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, tras valorar la situación y las circunstancias excepcionales que estamos viviendo, la Unidad Pastoral de La Hiniesta Montamarta ha decidido que desde hoy, 14 de noviembre, en adelante y mientras sigamos manteniéndonos en niveles de alerta tan altos, los funerales se celebrarán directamente en el cementerio, donde se rezará un responso, dejando la celebración de la Eucaristía para un momento posterior. Como explicita la normativa en vigor, la comitiva se restringe a un máximo de quince personas, entre familiares y allegados, además de, en su caso, la persona que oficie el acto de despedida.



Hazme justicia...

 Sábado de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario

La insistencia de la viuda tiene consecuencias positivas para la resolución de sus problemas. La nueva relación que Dios establece con el hombre no es la del juez, sino la del Padre. Un padre que ama a sus hijos, que es misericordioso, que escucha…


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Lucas 18, 1-8

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer:

«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.

En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle:

"Hazme justicia frente a mi adversario."

Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo:

"Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme"».

Y el Señor añadió:

«Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».

viernes, 13 de noviembre de 2020

El que pierda su vida, la recobrará...

 Viernes de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario

La advertencia de Jesús a sus discípulos se mantiene vigente. La preocupación central de la vida del creyente no puede ser lo material y lo superfluo… Así ocurrió en los días de Noé y de Lot. Para estar dispuesto para la llegada del Reino es necesario dar un paso, mirar al otro y disponerse para dejarse convertir por el Padre, al tiempo que mostramos una actitud de servicio.


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Lucas 17, 26-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.

Asimismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos.

Así sucederá el día que se revele el Hijo del hombre.

Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en casa no baje a recogerlas; igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás.

Acordaos de la mujer de Lot.

El que pretenda guardar su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará.

Os digo que aquella noche estarán dos juntos: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán».

Ellos le preguntaron:

«¿Dónde, Señor?».

Él les dijo:

«Donde está el cadáver, allí se reunirán los buitres».

jueves, 12 de noviembre de 2020

Quizá...

San Josafat Jueves de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario

Quizá seguimos esperando el gesto espectacular que preceda a la aparición del Reino de Dios. Supongo que cómodamente sentados. O quizá somos de los que hemos dejado atrás la zona de confort y nos hemos puesto en camino, trabajando ya por hacer presente el Reino de Dios en medio de nuestro entorno. Quizá…


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Lucas 17, 20-25

En aquel tiempo, los fariseos preguntaron a Jesús:

«¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?».

Él les contestó:

«El reino de Dios no viene aparatosamente, ni dirán:” “Está aquí “o “Está allí”; porque mirad, el reino de Dios está en medio de vosotros».

Dijo a sus discípulos:

«Vendrán días en que desearéis ver un solo día del Hijo del hombre, y no lo veréis.

Entonces se os dirá: “Está aquí” o “Está allí”; no vayáis ni corráis detrás, pues como el fulgor del relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día.

Pero primero es necesario que padezca mucho y ser reprobado por esta generación».

miércoles, 11 de noviembre de 2020

Y sucedió...

San Martín de Tours Miércoles de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario

Caminamos por la vida de la fe pidiendo y pidiendo… poco diferente a nuestro camino por la vida. El seguidor de Cristo, además de pedir, sabe reconocer de dónde viene la gracia, quién sustenta la vida de fe, a quién le devuelve la mirada… Si no es así, ¿qué es lo que nos distingue del resto?


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Lucas 17, 11-19

Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:

«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».

Al verlos, les dijo:

«ld a presentaros a los sacerdotes».

Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.

Este era un samaritano.

Jesús tomó la palabra y dijo:

«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».

Y le dijo:

«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».