miércoles, 31 de julio de 2019

Lleno de alegría...


San Ignacio de Loyola
Es tan grande lo que llena al seguidor de Jesús que lo completa y todo lo demás se relativiza. Por eso el que encuentra este tesoro pone todo lo demás en un segundo plano. ¿Es así nuestra fe?

Mt 13,44-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
-«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.»

martes, 30 de julio de 2019

Ciudadanos del Reino

La buena semilla son los ciudadanos del Reino. Los discípulos de Jesús somos los ciudadanos del Reino, buena semilla que prende en el mundo para transformarlo. Ese es nuestro regalo, pero también nuestra enorme responsabilidad.

Mt 13,36-43
En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: 
-«Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.» Él les contestó: 
-«El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.»

lunes, 29 de julio de 2019

Yo creo que Tú eres...


Santa Marta
La confianza de Marta en el Señor es completa. No hay resquicio de duda. La fe depositada en Dios es tal que pone en ella la propia existencia humana. Dicha confianza brota del reconocimiento de Jesús como el Señor, el Mesías.
              
Jn 11,19-27
En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús:
–Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.
Jesús le dijo:
–Tu hermano resucitará.
Marta respondió:
–Sé que resucitará en la resurrección del último día.
Jesús le dice:
–Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?
Ella le contestó:
–Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.

domingo, 28 de julio de 2019

Padre...


XVII Domingo del Tiempo Ordinario
Nuestra oración no es a un Dios lejano, ausente, impersonal… Nuestra oración es a un Dios que es Padre. Un Dios que escucha, acoge y responde transformando la vida de los hombres. Es un Dios cercano, un Dios que corrige, pero un Dios que perdona. Un Dios que anima, alimenta y empuja. Un Dios Padre y Madre. Un Dios tierno.

Lc 11,1-13
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
-Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.
El les dijo:
-Cuando oréis decid: «Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación.»
Y les dijo:
-Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene durante la medianoche para decirle:
«Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle.» Y, desde dentro, el otro le responde: «No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados: no puedo levantarme para dártelos.» Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe, quien busca, halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?

sábado, 27 de julio de 2019

Dejadlos crecer juntos...


La adhesión a Jesucristo es fruto de la fe regalada por Dios, pero también de la respuesta libre del hombre a la propuesta de Dios. Y la respuesta libre es un proceso de crecimiento y de madurez. Pero este camino no es fácil. A nuestro alrededor van apareciendo otras propuestas… ¿por cuál nos decidimos? ¿Cuáles llenan nuestra vida?

Mt 13,24-30

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente:

-«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Enton­ces fueron los criados a decirle al amo:

"Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?"

Él les dijo:

"Un enemigo lo ha hecho."

Los criados le preguntaron:

"¿Quieres que vayamos a arrancarla?"

Pero él les respondió:

"No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores:

'Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero.'"»