Corpus Christi
Domingo XII del
Tiempo Ordinario
Más allá de las ideas, las
ilusiones y esperanzas, el reino se hace real en alto tan sencillo como
difícil: compartir. Así nos lo hace ver hoy Jesús en el evangelio de Lucas. El reino
de Dios, ese que tanto nombramos y anhelamos, es posible si nosotros llevamos a
la práctica real el mensaje de amor. No el mensaje de las palabras, no el de
las ideologías, las liturgias o las tradiciones… No, el mensaje real de
compartir lo que tenemos con aquellos que no lo tienen. “Dadle vosotros de
comer”, nos repite hoy el Señor. ¿Qué estamos nosotros dispuestos a hacer?
Lc 9,11b-17
En aquel tiempo, Jesús hablaba a
la gente del reino y sanaba a los que tenían necesidad de curación.
El día comenzaba a declinar.
Entonces, acercándose los Doce, le dijeron:
«Despide a la gente; que vayan a
las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí
estamos en descampado».
Él les contestó:
«Dadles vosotros de comer».
Ellos replicaron:
«No tenemos más que cinco panes y
dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para toda esta gente».
Porque eran unos cinco mil
hombres.
Entonces dijo a sus discípulos:
«Haced que se sienten en grupos
de unos cincuenta cada uno».
Lo hicieron así y dispusieron que
se sentaran todos.
Entonces, tomando él los cinco
panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición
sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los
sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les
había sobrado: doce cestos de trozos.
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