Lunes de la XXI Semana del Tiempo Ordinario
Jesús
denuncia las practicas poco honestas de los fariseos. Ellos usan su estado, su
poder para tergiversar la voluntad de Dios, para hacerse ellos como dioses y
engañar a los humildes y esperanzados creyentes. Exigen una coherencia a sus objetivos, pero no disciernen que el origen de la misma es Dios.
Mateo 23, 13-22
En
aquel tiempo, Jesús dijo:
«¡Ay
de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino
de los cielos!
Ni
entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren.
¡Ay
de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para
ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno de la “gehenna” el
doble que vosotros!
¡Ay
de vosotros, guías ciegos, que decís: “Jurar por el templo no obliga, jurar por
el oro del templo sí obliga”! ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo
que consagra el oro?
O
también: “Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el
altar sí obliga” ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la
ofrenda? Quien jura por el altar, jura por él y por quien habita en él; y quien
jura por el cielo, jura por el trono de dios y también por el que está sentado
en él».
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