Santos Cirilo y Metodio, patronos de Europa
Martes de la VI Semana
del Tiempo Ordinario
Conviene renovar la sensación del envío. La alegría de
sentirse parte de la familia de los discípulos y de la misión que compartimos.
Releer y actualizar el evangelio de Lucas nos anima a continuar esta tarea que
hemos recibido por la gracia de Dios. Lo hacemos como la primera vez, con
generosidad, desprendidos de aquellas ataduras que no nos dejan ser libres…
Lc 10,1-9
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y
los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde
pensaba ir él. Y les decía:
«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al
dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en
medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie
por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a
esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra
paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que
tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en
casa.
Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: "El reino de Dios ha llegado a vosotros"».
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