Lunes de la VI Semana del Tiempo Ordinario
No somos muy distintos de los contemporáneos de Jesús.
Pensamos que necesitamos signos concretos, los demandamos; pero nos creemos
cualquier noticia falsa que nos llega por los medios o las redes sociales. En
realidad lo que ponemos en duda es el mensajero. Pero ¿por qué ponemos en duda
a quién dio la vida por nosotros?
Mc 8,11-13
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron
a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo.
Jesús dio un profundo suspiro y dijo:
«¿Por qué esta generación reclama un signo? En verdad os
digo que no se le dará un signo a esta generación».
Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
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