San Josafat
No
está muy de moda la humildad. Como tampoco lo están otras virtudes humanas y
cristianas que, aparentemente, te dejan por debajo de los demás. Hemos estado
en una dinámica social de tener más que el de nuestro lado, ser más que
nuestros semejantes que algunos valores nos parecen negativos. La humildad, la
gratitud, la generosidad y el sentido del deber son respuestas coherentes a
nuestra fe. Por eso el creyente las debe cultivar y proteger.
Lc 17,7-10
En
aquel tiempo, dijo el Señor:
–Suponed
que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del
campo, ¿quién de vosotros le dice: «Enseguida, ven y ponte a la mesa?»
¿No
le diréis: «Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo; y
después comerás y beberás tú?» ¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque
ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado,
decid:
«Somos
unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer.»
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