sábado, 3 de octubre de 2020

Has revelado estas cosas a los pequeños...

 Sábado de la XXVI Semana del Tiempo Ordinario

La clave para entender el lenguaje de Dios es dejarse mirar por sus ojos. Es acoger desde la propia existencia la grandeza de Dios en nuestras vidas. No consiste en rebuscar en los rincones de la sabiduría humana, es dejarse guiar y contemplar la sabiduría de Dios. La que se esconde en la disponibilidad del corazón..


Reza Laudes en tu dispositivo

Reza Vísperas en tu dispositivo

Lucas 10, 17-24

En aquel tiempo, los setenta y dos volvieron con alegría diciendo:

«Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre».

Jesús les dijo:

«Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada os hará daño alguno.

Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo».

En aquella hora, se lleno de alegría en el Espíritu Santo y dijo:

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a los pequeños.

Si, Padre, porque así te ha parecido bien.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiere revelar».

Y volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:

«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».

No hay comentarios:

Publicar un comentario