Fiesta de todos los Santos
Martes de la XXXI Semana
del Tiempo Ordinario
Recorremos un camino de vida y de fe. Un camino que no
siempre es maravilloso, pero en el que estamos siempre buscando. ¿Qué buscamos?
La dicha, la felicidad. Hoy el evangelio nos propone un camino hacia la
felicidad auténtica…
Mt 5,1-12a
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte,
se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba
diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la
justicia,
porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan
y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque
vuestra recompensa será grande en el cielo».
No hay comentarios:
Publicar un comentario