San Isidro Labrador
Lunes de la VI Semana
de Pascua
La misión del cristiano no es una misión particular ni
personal. Somos enviados por Dios y no damos testimonio de nosotros, sino del
mismo Dios. El Espíritu Santo garantiza esa autenticidad. Es posible que en
ocasiones hayamos hecho la pastoral algo tan personal que si las personas se
van la misión desaparece. ¿Cómo es nuestra pastoral?
Jn 15,26-16,4a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre,
el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y
también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os
excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os
dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido
ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os
acordéis de que yo os lo había dicho».
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