Sábado de la V Semana de Pascua
Las advertencias de Jesús a las primeras comunidades son certeras, viven inmersos en un acoso constante, perseguidos y asediados por su fe. Quizá nosotros hoy no estamos perseguidos por lo que creemos, pero hay una amenaza mayor, la indiferencia en el ambiente y la, a veces, insignificancia de nuestra aportación a la sociedad. Cabe la tentación de rendirse. O cabe la oportunidad de seguir presentando con libertad y valentía lo que da sentido a nuestra existencia.
Jn 15,18-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.
Si fuerais del mundo, eSi han guardado mi palabral mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.
Recordad lo que os dije: "No es el siervo más que su amo". Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».
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