Jueves de la I Semana del T.O.
En estos días se habla mucho de la película de J.A. Bayona, La sociedad de la nieve, en la que un grupo de afectados en un accidente aéreo en los Andes en 1972 consigue sobrevivir gracias al trabajo de equipo, la esperanza y la constancia. La lepra era en la época de Jesús una enfermedad que te excluía de la sociedad. Frente a ella Jesús sana y transforma en inclusión lo que la sociedad había abandonado. Dos ejemplos significativos. Una sociedad que construye y una que excluye. Y Dios que transforma la realidad. Tú decides si te sumas al trabajo del reino o continúas con la dinámica de exclusión.
Mc 1,40-45
En aquel tiempo, se acerca a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
«Si quieres, puedes limpiarme».
Compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo:
«Quiero: queda limpio.»
La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente:
«No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó
Moisés, para que les sirva de testimonio.»
Pero cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a él de todas partes.
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