Martes de la II Semana del T.O.
Originariamente le ley del sábado nace como un precepto divino con el objetivo de honrar a Dios y dedicar la semana al Señor. Los Israelitas buscan la forma de distinguirse de los demás pueblos y honrar a su dios. Pero cuando la norma se estanca en el tiempo, se prolonga y se radicaliza deshumanizándose el mismo Dios se rebela. Eso no es lo que Dios quiere. Debemos seguir discerniendo los signos de los tiempos y escuchar la verdadera voluntad de Dios.
Mc 2,23-28
Sucedió que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras caminaban, iban arrancando espigas.
Los fariseos le preguntan:
«Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?» Él les responde:
«¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre, cómo entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes de la proposición, que solo está permitido comer a los sacerdotes, y se los dio también a quienes estaban con él?»
Y les decía:
«El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado.»
No hay comentarios:
Publicar un comentario