Santo Tomás de Aquino, prebítero y doctor de la Iglesia
Una familia dividida no puede
subsistir. La unidad es una de las señales del discípulo. No se divide por
dentro, se mantiene firme, unido por la fe al único Señor. Tampoco la comunidad
eclesial.
Marcos 3, 22-30
En aquel tiempo, los escribas que
habían bajado de Jerusalén decían:
Tiene dentro a Belzebú y expulsa
a los demonios con el poder del jefe de los demonios.
Él los invitó a acercarse y les
puso estas parábolas:
¿Cómo va a echar Satanás a
Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia
dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra si mismo, para hacerse
la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un
hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces
podrá arramblar con la casa.
En verdad os digo, todo se les
podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero
el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su
pecado para siempre.
Se refería a los que decían que
tenía dentro un espíritu inmundo.
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