San Jerónimo, presbítero y doctor
Viernes de la XXVI Semana del Tiempo Ordinario
La Palabra de Dios ha sido enviada a los hombres, pero
algunos han decidido cerrar los sentidos. Si los sentidos se cierran el corazón
se endurece y no se siente disponible para acoger a Dios. ¿Acaso nos sentimos
mejores nosotros? La advertencia del Señor sigue presente como señal de alerta.
Lucas 10, 13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Pues si en Tiro
y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se
habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza.
Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón
que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al
infierno.
Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a
vosotros rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me
ha enviado».
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