Santos Cornelio, Papa, y Cipriano, obispo, mártires
Jueves de la XXIV Semana del Tiempo
Ordinaria
Jesús
acoge a todos. A todos. No parece que fuese lo normal en la época, pero una de
las características distintivas de Jesús es que rompe con muchos esquemas de la
estructura social de sus contemporáneos. El evangelio no se reduce a ningún
género en exclusiva, ni raza ni pueblo…
Lucas 8, 1-3
En
aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo,
proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los
Doce y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de
enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios;
Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que le servían con sus bienes.
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