San Gregorio Magno, Papa y Doctor
Sábado de la XXII Semana del Tiempo Ordinario
¿Por qué nos empeñamos en generar ataduras que aniquilan
nuestra propia libertad? Normas que limitan y ahogan el señorío del hombre
sobre la creación. ¿Será porque el hombre ansía el lugar de Dios? ¿Será porque
se siente inseguro? ¿Porque unos hombres pretenden limitar a otros? El Señor
nos invita a reflexionar y a poner al hombre en el primer lugar, donde Dios lo
puso.
Lucas 6, 1-5
Un sábado, iba Jesús caminando por medio de un sembrado y
sus discípulos arrancaban y comían espigas, frotándolas con las manos.
Unos fariseos dijeron:
«¿Por qué hacéis en sábado lo que no está permitido?».
Respondiendo Jesús, les dijo:
«¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus
hombres sintieron hambre?
Entró en la casa de Dios, y tomando los panes de la
proposición, que solo está permitido comer a los sacerdotes, comió él y dio a
los que estaban con él».
Y les decía:
«El Hijo del hombre es señor del sábado».
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