Santos arcángeles, Gabriel, Miguel y Rafael
Jueves de la XXVI Semana del Tiempo Ordinario
La llamada del Señor no es ajena a realidad que el ser humano vive. Frente a la sorpresa inicial Jesús muestra que no es fruto de la improvisación, ni de la fortuna. Dios ya te ha visto, más aún, te ha mirado. Una vez que te conoce te llama, te interpela y te invita a seguirle. Hay una pso que depende de ti. ¿Estás dispuesto?
Juan 1, 47-51
En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
«¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».
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