San Esteban, protomártir
La encarnación en su plenitud que celebrábamos ayer tiene
sus riesgos y el compromiso de los primeros discípulos da frutos. Esteban,
considerado el primer mártir de la Iglesia, derrama su sangre por el anuncio
del Evangelio.
Mt 10,17-22
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«¡Cuidado con la gente!, porque os entregarán a los
tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante
gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los
gentiles.
Cuando os entreguen, no os preocupéis de lo que vais a
decir o de cómo lo diréis: en aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que
decir, porque no seréis vosotros los que habléis, sino que el Espíritu de
vuestro Padre hablará por vosotros. El hermano entregará al hermano a la muerte,
el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán.
Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el
que persevere hasta el final, se salvará».
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