San Andrés Kim Taegon, presbítero y
San Pablo Chong Hasang, y compañeros mártires
Miércoles de la XXIV semana del Tiempo Ordinario
La generación que escucha al
Señor está confusa, pero en actitud de búsqueda. Jesús critica su indiferencia,
su queja constante, su escasa participación constructiva. Lejos de escuchar a
lo profundo de su interior y a Dios están centrados en lo externo. Quizá
nosotros nos parecemos al iceberg que esconde lo importante y se centra en lo
superficial.
Lc 7,31-35
En aquel tiempo, dijo el Señor:
«¿A quién, pues, compararé los
hombres de esta generación? ¿A quién son semejantes?
Se asemejan a unos niños,
sentados en la plaza, que gritan a otros aquello de:
“Hemos tocado la flauta
y no habéis bailado,
hemos entonado lamentaciones,
y no habéis llorado”.
Porque vino Juan el Bautista, que
ni come pan ni bebe vino, y decís: “Tiene un demonio”; vino el Hijo del hombre,
que come y bebe, y decís: “Mirad qué hombre más comilón y borracho, amigo de
publicanos y pecadores”.
Sin embargo, todos los hijos de
la sabiduría le han dado la razón».
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