jueves, 6 de julio de 2023

Ánimo, hijo...

Jueves de la XIII Semana del Tiempo Ordinario

El judaísmo oficial ponía en relación de causalidad el pecado de los antepasados con las enfermedades y los males de sus descendientes. Jesús rompe esa relación. La enfermedad es una realidad intrínseca a la humanidad. El pecado es la falta de amor que acaba siendo un mal en el interior del ser humano. Por eso la acción de Jesús pone de potestad sanadora.


Reza Laudes en tu dispositivo

Reza Vísperas en tu dispositivo

Mt 9,1-8

En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. En esto le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico:

«¡Ánimo, hijo!, tus pecados te son perdonados».

Algunos de los escribas se dijeron:

«Este blasfema».

Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo:

«¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus pecados te son perdonados", o decir: "Levántate y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados -entonces dice al paralítico-: "Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa"».

Se puso en pie y se fue a su casa.

Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario