martes, 28 de agosto de 2018

¿Qué ocupa mi tiempo...?


La llamada de atención de Jesús a los cristianos es constante. No descuides los gestos externos, pero sé pulcro con tu interior. En esta sociedad tan superficial y aparente, es fácil descuidar lo más importante, nuestro interior, nuestra vida de fe con tal de aparentar caer bien alrededor. La exigencia viene de dentro, no de lo superficial. ¿En qué comprometo mi tiempo, en el cuidado de lo interior o me dedico a crear una imagen aplaudida por los demás?



Mateo 23, 23-26
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: -¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera.

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