sábado, 1 de diciembre de 2018

Que no se emboten vuestros corazones...


La esperanza es una virtud propia de los cristianos. Pero esperar no significa sentarse a ver cómo pasa el tiempo con las garantías propias de quien se siente seguro al amparo de su apellido de cristiano. Esperar es ponerse en pie, estar atento y participar activamente en la llegada del Reino.
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Lucas 21, 34-36
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre.

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