Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
El buen pastor pone en su tarea
la vida entera. El buen pastor se implica 100% en la tarea y convierte la tarea
en su propia existencia. Dicha implicación no brota del salario. El compromiso
del pastor con sus ovejas es fruto del amor. Por ello la alegría cuando aparece
la oveja perdida es inmensa. Por eso el regreso de un pecador al seno de la
vida de fe es motivo de alegría desbordante para toda la comunidad.
Lc 15,3-7
En aquel tiempo, dijo Jesús a los
fariseos y letrados esta parábola:
-Si uno de vosotros tiene cien
ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras
la descarriada, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, se la carga
sobre los hombros, muy contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los
vecinos para decirles:
-¡Felicitadme!, he encontrado la
oveja que se me había perdido.
Os digo que así también habrá más
alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y
nueve justos que no necesitan convertirse.
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