Solemnidad de Corpus Christi
La multiplicación de los panes es
uno de los milagros más conocidos de Jesús. Milagro que casi dos mil años
después sigue estando de rabiosa actualidad. El ser humano sigue teniendo
hambre, curiosamente cuando más recursos hay al alcance de la mano, cuando más
productos satisfacen las necesidades de los hombres, resulta que somos seres
insatisfechos, que siempre seguimos buscando. Pero algo ofrece Jesús que quien
come queda saciado. Recientemente Cáritas ha publicado su informe sobre la
situación de la pobreza y es demoledor. Los cristianos, alimentados con el pan
que sacia, debemos transformar la angustia de nuestros hermanos que sufren con
los frutos del amor.
Lc 9,11b-17
En aquel tiempo, Jesús se puso a
hablar a la gente del Reino de Dios, y curó a los que lo necesitaban.
Caía la tarde y los Doce se le
acercaron a decirle:
–Despide a la gente que vayan a
las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida; porque aquí
estamos en descampado.
El les contestó:
–Dadles vosotros de comer.
Ellos replicaron:
–No tenemos más que cinco panes y
dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío.
(Porque eran unos cinco mil hombres.)
Jesús dijo a sus discípulos:
–Decidles que se echen en grupos
de unos cincuenta.
Lo hicieron así, y todos se
echaron.
El, tomando los cinco panes y los
dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los
partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente.
Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos.
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