Jueves de II Semana de Pascua
No hay mejor acercamiento al Padre
que a través del Hijo. Es Jesús quien nos da a conocer la esencia de Dios. Los
judíos contemporáneos de Jesús no parecían fiarse de las palabras de Jesús. Sin
embargo, nosotros hoy no tenemos excusa para la desconfianza. La resurrección
certifica que la obra de Jesucristo es la obra del Padre.
Juan 3, 31-36
El que viene de lo alto está por
encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra.
El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído
da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio
certifica que Dios es veraz.
El que Dios envió habla las
palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y
todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el
que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.
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