Inmaculado Corazón de María
Sábado de la XII Semana del Tiempo Ordinario
Tres días tardaron en encontrar José y María a su hijo, enseñando
en el templo. Tres días tardaron los discípulos en volver a encontrarse con el
Señor. Y lo importante no son los tres días, sino el encuentro. La búsqueda y
el posterior encuentro que colma todas las expectativas. ¿Qué buscas?
Lucas 2, 41-51
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las
fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según
la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en
Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el
camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al
no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el
templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles
preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las
respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te
buscábamos angustiados».
Él les contestó:
«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en
las cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que le dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario