San Ireneo, Obispo y Mártir
Martes de la XIII Semana del Tiempo Ordinario
Si tenemos un enemigo voraz en nuestra vida es el miedo. Ese monstruo que navega en nuestro interior y que aparece en forma de amenaza externa y nos paraliza. La única forma de afrontar el miedo es con la confianza.
Mateo 8, 23-27
En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole:
«¡Señor, sálvanos, que perecemos!».
Él les dijo:
«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?».
Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma. Los hombres se decían asombrados:
- «¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar lo obedecen?».
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