Martes de la XI Semana del Tiempo Ordinario
Es cierto que en poco se distingue a los creyentes si no
dan un paso más y sobrepasan los límites del respeto y la corrección. La
propuesta del Señor es que no pongamos límites al amor, como él tampoco los
puso.
Mateo 5, 43-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y
aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad
por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que
hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis?
¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros
hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los
gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».
No hay comentarios:
Publicar un comentario