Miércoles de la Semana del Tiempo Ordinario
La ley verdadera no surge de la imposición de una
autoridad sobre los súbditos, sino del corazón que responde desde el amor y la
integridad. Solo el amor hace posible que la norma no muera ahogada en sí
misma. El amor sobre vive a la norma, la completa, le da sentido...
Mateo 5, 17-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas:
no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra
que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos
importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el
reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de
los cielos».
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