Lunes de la XXXI Semana del Tiempo Ordinario
Somos muy dados a cumplir. Damos si recibimos o en función
de lo que recibimos. Si es así nuestra actitud cristiana nada nos distingue de
los demás. Quizá es que Jesús no ha calado del todo en nuestro corazón. Jesús
nos pide salir de este círculo de exclusividad.
Lc 14,12-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a uno a de los principales
fariseos que lo había invitado:
«Cuando des una comida o una cena, no invites a tus
amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque
corresponderán invitándote, y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y
ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la
resurrección de los justos».