San Juan XXIII
Martes de la XXVIII semana del Tiempo Ordinario
Cualquier gesto de Jesús es motivo de controversia, pero
también oportunidad para dar una enseñanza. De poco sirve lo superficial si no
brota de una vida interior sincera.
Lc 11,37-41
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un
fariseo lo invitó a comer a su casa.
El entró y se puso a la mesa.
Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las
manos antes de comer, el Señor le dijo:
–Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el
plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades.
¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de
dentro?
Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo.
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