Jueves de la XXIX Semana del Tiempo Ordinario
Frente a la llamada del evangelio a la construcción de un
reino nuevo de paz y justicia, otros intereses se oponen frontalmente,
derivando en conflictos, desigualdad, enfrentamiento y dolor. Está en nuestras
manos la elección por construir o por destruir.
Lc 12,49-53: No he
venido a traer paz, sino división.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo
que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia
sufro hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino
división.
Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres
contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el
hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la
suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».
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