Viernes de la XXIX Semana del Tiempo Ordinario
La humanidad racional ha aprendido a interpretar los
signos, a hacer cálculos para conseguir objetivos, a preveer acontecimientos, a
hacer proyecciones de futuro, a… Pero sigue olvidándose del gran misterio y la
enorme riqueza de la vida interior y de a cuántos semejantes hemos dejado a un
lado… En ellos también está Dios.
Lc 12,54-59
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente:
«Cuando veis subir una nube por el poniente, decís
enseguida: “Va a caer un aguacero”, y así sucede. Cuando sopla el sur decís:
“Va a hacer bochorno”, y sucede.
Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y
del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis
juzgar vosotros mismos lo que es justo?
Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado,
haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve
a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta
en la cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la
última monedilla».
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