San Timoteo y San Tito
Jueves de la III Semana del Tiempo Ordinario
Somos muy dados a acumular, especialmente los bienes materiales. Y vivimos un momento en el que se confunde el éxito personal con la riqueza material. Recuperar el sentido de comunidad nos conduce a poner al servicio de los demás aquello tan valioso que hemos recibido. La fe, como don y como tarea. Los talentos como responsabilidad. Nuestro propio existir como servicio a la comunidad. Así lo han entendido a lo largo del tiempo los hombres y mujeres de fe. Un modelo a seguir.
Mc 4,21-25
En aquel tiempo, Jesús dijo al gentío:
«¿Se trae la lámpara para meterla debajo del celemín o debajo de la cama?, ¿no es para ponerla en el candelero? No hay nada escondido, sino para que sea descubierto; no hay nada oculto, sino para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga».
Les dijo también:
«Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene».
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