San Antonio, abad
Martes de la II Semana
del Tiempo Ordinario
A los ojos del judaísmo oficial la ruptura de Jesús se
asienta en el incumplimiento de “sus” normas. Unas normas labradas a lo largo
de siglos. Pero eso es quedarse en lo superficial. La reforma de Dios es dotar
de sentido la existencia humana, devolverla a su lugar. La norma está al
servicio del hombre, no el hombre al servicio de la ley.
Reza Laudes en tu dispositivo
Mc 2, 23-28
Sucedió que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos,
mientras caminaban, iban arrancando espigas.
Los fariseos le preguntan:
«Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está
permitido?».
Él les responde:
«¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus
hombres se vieron faltos y con hambre, cómo entró en la casa de Dios, en tiempo
del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes de la proposición, que solo está
permitido comer a los sacerdotes, y se los dio también a quienes estaban con
él?».
Y les decía:
«El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el
sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado».
No hay comentarios:
Publicar un comentario