Viernes de la XXVI Semana del T.O.
El lamento de Jesús se dirige a aquellos corazones que se han obstinado en la desconfianza y el rechazo. La iniciativa de Dios no ha encontrado en los destinatarios la respuesta esperada, a pesar de los signos y palabras. Nosotros también tenemos un poco de Betsaida y de Corozaín. Quizá nuestros corazones siguen mostrando desconfianza, a pesar de que hemos visto y oído.
Lc 10,13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Pues si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza.
Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.
Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado».
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