Santa Teresa de Jesús
XXVIII Domingo del T.O.
Es
posible que te resulte extraño este evangelio. O por el contrario de plena
actualidad. La propuesta del Dios de Jesucristo ha llegado a nosotros. Pero
cuántas veces rechazamos la invitación. Puede que inmersos en nuestros afanes,
en nuestros quehaceres nos neguemos a escuchar. Puede que directamente
rechacemos la propuesta. Puede que hayamos decidido acudir a otras propuestas…
Deberíamos preguntarnos lo que de verdad da sentido a lo que hacemos. ¿Cuál es
la propuesta que te llena?
Mt 22,1-10
En
aquel tiempo, Jesús volvió a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los
ancianos del pueblo, diciendo:
«El
reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó
a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió
a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados:
"Tengo
preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto.
Venid a la boda".
Pero
ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los
demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron.
El
rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y
prendieron fuego a la ciudad.
Luego
dijo a sus criados:
"La
boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los
cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda".
Los
criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y
buenos. La sala del banquete se llenó de comensales.
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