Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora
Martes de la XXVI Semana del T.O.
Dios ha decidido libremente
ofrecerse a todos los hombres, con lo que ello significa. Pero aun así, algunos
se niegan a aceptarlo. No por ello va a actuar con ira y rencor. Dios hace una
propuesta al ser humano y este decide libremente aceptarla o no. Si no la acepta
Dios continúa su camino hacia otra aldea, hacia otro corazón.
Lc 9,51-56
Cuando se completaron los días en
que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y
envió mensajeros delante de él.
Puestos en camino, entraron en
una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron,
porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan,
discípulos suyos, le dijeron:
«Señor, ¿quieres que digamos que
baje fuego del cielo que acabe con ellos?».
Él se volvió y los regañó. Y se
encaminaron hacia otra aldea.
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