San Francisco de Asís
Viernes de la XXVI Semana del T.O.
Tan duro es el escándalo como lo
es el rechazo. Por eso el impresionante lamento de Jesús. El escándalo es un mal
uso de la fe, el rechazo es la negación del Señor, pero no por ignorancia, sino
por deshacerse de él y situarse por encima de todo. Cuando estás lleno de cosas
o crees estarlo, Dios te sobra. Pero es él quien dota de sentido nuestra
existencia. Por eso el abismo es el vacío, la sinrazón y el sinsentido.
Lc 10,13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti,
Betsaida! Pues si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en
vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados
en la ceniza.
Por eso el juicio les será más
llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar
el cielo? Bajarás al abismo.
Quien a vosotros escucha, a mí me
escucha; quien a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí,
rechaza al que me ha enviado».
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