Lunes de la III Semana de Adviento
Adviento es tiempo de anuncio,
pero también es tiempo de espera y de allanar los caminos, limpiar la basura,
sanear nuestra fe. El profeta nos ayuda a entender el significado verdadero del
Adviento. Y Juan, el más cercano en el tiempo a Jesús nos ha ido dando las
claves. Pero ¿estamos haciendo caso a las palabras proféticas de Juan? ¿O no
nos las acabamos de creer? Adviento es tiempo de creer, de confiar y de dejarse
guiar por los verdaderos profetas.
Mt 21,23-27
En aquel tiempo, Jesús llegó al
templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los
ancianos del pueblo para preguntarle:
«¿Con qué autoridad haces esto?
¿Quién te ha dado semejante autoridad?».
Jesús les replicó:
«Os voy a hacer yo también una
pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto.
El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?».
Ellos se pusieron a deliberar:
«Si decimos "del
cielo", nos dirá: "¿Por qué no le habéis creído?". Si le decimos
"de los hombres", tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por
profeta».
Y respondieron a Jesús:
«No sabemos».
Él, por su parte, les dijo:
«Pues tampoco yo os digo con qué
autoridad hago esto».
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