San Josafat, Obispo y Mártir
Se lleva poco esto de la
corrección fraterna. Por un lado porque ¿quién soy yo para meterme en la vida
del otro? Y por otro porque ¿quién es este para venir a darme lecciones? Hemos
construido una sociedad tan individualista que ha olvidado la fortaleza de
corregirnos y ayudarnos como hermanos. Y sin embargo, ¡qué importante es! La
corrección fraterna crea vínculos inquebrantables entre los hermanos, nos ayuda
a crecer como individuo y como comunidad, etc… En definitiva, es propio de los
seguidores de Jesús aceptarla y ejecutarla.
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Lucas 17, 1-6
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus
discípulos:
Es imposible que no haya
escándalos; pero ¡ay del quien los provoca!
Al que escandaliza a uno de estos
pequeños, más le valdría que le atacaran al cuello una piedra de molino y lo
arrojasen al mar. Tened cuidado.
Si tu hermano te ofende,
repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día,
y siete veces vuelve a decirte: "Me arrepiento", lo perdonarás.
Los apóstoles le dijeron al
Señor: Auméntanos la fe.
El Señor contestó: Si tuvierais
fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: "Arráncate de raíz y
plántate en el mar", y os obedecería.
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