lunes, 19 de noviembre de 2018

Y tú, ¿de quién eres...?


Dice el evangelio de hoy que algunos de los iban delante lo regañaban para que se callara. Qué fácil es caer en la tentación de pensar que los pobres, los necesitados, los hombres de fe que gritan ante el desgarro de la desigualdad y la injusticia son voces que molestan al Señor. Quizá no hemos entendido la misión de Jesús, la de la Iglesia… ¿Al lado de quién estamos?
Haz clic en la imagen y ora con toda la Iglesia


Lucas 18, 35-43
Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le informaron: Pasa Jesús el Nazareno.
Entonces empezó a gritar: ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!
Los que iban delante lo regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte:
¡Hijo de David, ten compasión de mí!
Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó:
¿Qué quieres que haga por ti?
Él dijo: Señor, que recobre la vista.
Jesús le dijo: Recobra la vista, tu fe te ha salvado.
Y enseguida recobró la vista y lo seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios.

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