En nuestro empeño por compartir vida y experiencia de fe, continuamos con la serie de testimonios de hermanos nuestros que han consagrado su vida al Señor. Hoy se abre camino en nuestras páginas Teófilo Viñas Román, sacerdote Agustino de Andavías. Años de dedicación a los hombres y mujeres que buscan a Dios en cada momento de su existencia y una parte importante de su legado en la formación de futuros agustinos marcan el carácter de nuestro paisano.
Nací el día
13 de abril de 1932 en Andavías (Zamora). Estudié Humanidades en el Seminario
Menor de Leganés (Madrid), donde hice también el Noviciado. En el Monasterio de
San Lorenzo de El Escorial cursé Filosofía y Teología. Fui ordenado sacerdote
el 22 de diciembre de 1956.
En 1958 fui
destinado a Brasil. En la Universidad de Belo Horizonte (Est. de Minas Gerais)
obtuve la Licencia en Filosofía y Letras, lo que me permitió ejercer la
docencia en el Colegio Santo Agostinho de la misma ciudad. En 1970 se fundó el
Seminario Menor Agustiniano en la ciudad de Bragança Paulista (Est. de San
Paulo), donde fui destinado.
Nombrado
Maestro de Novicios en 1974, hube de trasladarme al
Real Monasterio San Lorenzo
de El Escorial. A las clases de formación dadas a los novicios hube de añadir
las que yo frecuentaba en el Instituto Teológico de los Claretianos en Madrid,
bienio teológico que completé, tres años más tarde, con los cursos de Doctorado
en la Universidad Pontificia de Salamanca, ciudad en la que permanecí los 16
años siguientes, dedicado a la docencia y a la formación de los adolescentes en
el Colegio-Seminario de San Agustín de la misma ciudad.
En 1992 me
esperaba un nuevo destino: el Real Monasterio de El Escorial, como formador de
los jóvenes seminaristas, con lo que se completarían 35 años dedicados a la
formación de los aspirantes a la vida agustiniana. En medio de todo ello hube
de desempeñar, durante 18 años, el cargo de Asistente Religioso de la
Federación de Monjas Agustinas Contemplativas de Nuestra Señora del Buen
Consejo y San Alonso de Orozco (24 conventos). Y en medio de todo ello desde
2003 desempeño el cargo de Director de La Ciudad de Dios, revista fundada en
1881.
Pero aún ha
habido tiempo para escribir algunas obras. Esta afición comenzó en Brasil, con mi primer libro,
titulado Roteiro de Vida Jovem,
(libro dedicado a la formación de los seminaristas). A él han seguido otros
diez más, dedicados, la mayor parte, a la historia y a la espiritualidad de la
Orden Agustiniana. He aquí algunos títulos: La
amistad en la Vida Religiosa (resumen de mi tesis doctoral); - Agustinos en Salamanca; - Fray Luis de León. El hombre, el poeta, el
amigo, el místico; - Los religiosos y
las religiosas “ayer, hoy y mañana”. Reflexiones sobre la Vida Consagrada;
- San Agustín, Padre y Fundador de su
Orden.
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