martes, 24 de septiembre de 2019

Una nueva fraternidad...


Las nuevas relaciones que establece Jesús superan los criterios humanos. Si para nosotros la sangre es un vínculo especial, para Jesús la fraternidad derivada de la filiación divina supera los lazos de sangre. Ello no significa que pierdan relevancia los lazos sanguíneos, sino que hay otros vínculos que pueden resultar más significativos. Los lazos de la fe son también relevantes.

Lc 8,19-21
En aquel tiempo, vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.
Entonces le avisaron:
-Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte.
El les contestó:
-Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por obra.

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