martes, 14 de enero de 2020

Autoridad y compromiso...


Martes I Semana del Tiempo Ordinario
Cuánto ruido llega cada día a nuestros oídos. Voces desde todos los lugares y medios con el objeto de convencernos de las maravillas del producto o idea que se quiere vender. Voces que claman ser escuchadas erigiéndose en el trono de la autoridad. Pero voces pasajeras. Voces superficiales que gritan y pasan de largo dejando en nosotros el mismo vacío anterior. ¿De dónde viene la autoridad en la palabra? Del compromiso vital de la vida en la Palabra. De la coherencia y el testimonio. Ahí está la autoridad de la voz del creyente.

Mc 1,21-28
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar:
-« ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios.»
Jesús lo increpó:
-«Cállate y sal de él.»
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos:
-«¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.»
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario