jueves, 30 de enero de 2020

Escondidos...


Jueves de la III Semana del Tiempo Ordinario
No tiene mucho sentido ser portadores de la luz y dedicarnos a esconderla.  Sin embargo, resulta muy habitual encontrarnos con cristianos que ocultan su condición. No es difícil esconderse en esta sociedad tan abierta y plural. Precisamente cuando más libre es el ser humano más nos ocultamos. Y ahora no podemos decir que será por “miedo” a las represalias de nuestros perseguidores. No, no los tenemos. Pero sí tenemos miedos, muchos. Y esos miedos están ganando la batalla.

Mc 4,21-25
En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre:
-«¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Les dijo también:
-«Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.»

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