miércoles, 12 de febrero de 2020

Tú mismo...


Miércoles de la V Semana del Tiempo Ordinario
Frente a lo externo, a lo meramente superficial, a la apariencia… frente a todo eso lo verdaderamente importante reside en el interior del hombre. Han pasado siglos desde que Jesús dirigió esta palabra a sus seguidores y sigue estando de actualidad. Tan obsesionados por aparentar y dejamos a un lado lo que de verdad nos hace libres y apóstoles del Evangelio.

Mc 7,14-23
En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo:
-«Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. Él les dijo:
-«¿Tan torpes sois también vosotros? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer impuro al hombre, porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y se echa en la letrina.»
Con esto declaraba puros todos los alimentos. Y siguió:
-«Lo que sale de dentro, eso sí mancha al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.»

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